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Cuestiona estimaciones demasiado optimistas

Cuestiona estimaciones demasiado optimistas

07/07/2025
Maryella Faratro
Cuestiona estimaciones demasiado optimistas

En un entorno global marcado por la incertidumbre, el optimismo se convierte en un arma de doble filo. Mientras la percepción social apunta a un 71% de confianza en que 2025 superará a 2024, las bases económicas invitan a la cautela.

Optimismo global y percepción social

Los resultados de encuestas realizadas en 33 países revelan una notable expectativa positiva: China (87%), México (84%) e Indonesia (90%) encabezan la lista, mientras Japón apenas alcanza un 38% de optimismo. Sin embargo, este entusiasmo convive con una ansiedad palpable.

El 70% de los encuestados teme una inflación mayor en 2025, el 79% anticipa que los precios subirán más rápido que los ingresos y el 74% prevé impuestos

elevados.

Estas estadísticas evidencian una diferencias entre proyecciones oficiales y la realidad percibida por la ciudadanía, donde el crecimiento estimado coexiste con temores contundentes.

Proyecciones oficiales frente a estimaciones internacionales

En México, el presupuesto oficial para 2025 confía en un crecimiento del PIB de entre 2% y 3%, una cifra muy superior a la del FMI (1.2%-1.3%) y a la de los analistas independientes (1.0%-1.5%).

Asimismo, el tipo de cambio se sitúa en 18 pesos por dólar, cuando los expertos esperan un nivel cercano a 20 pesos.

Este contraste subraya cómo unas bases demasiado optimistas pueden contraponerse a la voz de quienes analizan factores externos y tendencias globales.

Factores detrás del optimismo oficial

El gobierno justifica sus estimaciones con varios supuestos clave:

  • Demanda interna robusta y políticas salariales para estimular el consumo.
  • Inversión pública en infraestructura y expectativas de fuerte inversión privada.
  • Entorno externo favorable, principalmente por el crecimiento industrial en EE. UU.

Estos pilares reflejan una apuesta por el dinamismo interno y la estabilidad internacional, pero no ponderan por completo riesgos significativos.

Riesgos de sobreestimar el crecimiento

Cuando las proyecciones quedan por encima de la realidad, la economía enfrenta varios desafíos:

  • Ajustes fiscales de emergencia si los ingresos previstos no se materializan.
  • Incremento de la deuda pública para cubrir déficits presupuestarios.
  • Presión en el tipo de cambio si la moneda se deprecia por factores externos.
  • Recortes en áreas sociales e inversión pública a mitad de año.

Estas consecuencias obedecen a una mayores necesidades de ajustes fiscales y pueden derivar en pérdida de confianza tanto de inversionistas como de la población.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público busca mantener la deuda estable, pero los analistas sostienen que, sin un crecimiento real cercano al estimado, la estabilidad financiera resultará insostenible.

Contexto internacional y desafíos persistentes

El panorama global prevé un crecimiento moderado de 2.8% en 2025, similar al de 2024. Japón y Europa podrían acelerar en el segundo semestre, mientras China se estabiliza y Estados Unidos enfrenta tensiones políticas.

Europa muestra un avance anémico, con riesgos políticos como elecciones y mociones de censura. A pesar de un contexto perspectiva de crecimiento moderado global, persisten la incertidumbre y las variaciones regionales.

La ansiedad inflacionaria global, reflejada en expectativas de precios al alza y temores fiscales, refuerza la necesidad de cuestionar cualquier narrativa demasiado optimista sin respaldo sólido.

Conclusión: la necesidad de cuestionar estimaciones

En un mundo interconectado, la economía local depende de múltiples factores externos. Las vulnerabilidad ante shocks externos y la variabilidad de los mercados obligan a adoptar perspectivas prudentes.

Cuestionar las proyecciones oficiales no implica un ejercicio de negatividad, sino una estrategia para anticipar ajustes y proteger el bienestar social.

Solo mediante un análisis riguroso, que considere impacto real sobre la deuda pública y posibles escenarios adversos, será posible diseñar políticas capaces de responder con flexibilidad y responsabilidad.

En última instancia, la mejor forma de transformar el optimismo en resultados tangibles es basar las decisiones en datos confiables y mantener abiertas las puertas al diálogo entre el gobierno, los analistas y la sociedad civil.

Maryella Faratro

Sobre el Autor: Maryella Faratro

Maryella Faratro