En una democracia sólida, el acceso a la información pública es pieza fundamental de la rendición y del control ciudadano. España ha avanzado con portales oficiales, pero aún existen desafíos para que todos los ciudadanos disfruten del derecho de acceso a la información de manera eficiente y sencilla.
El Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG) recopila anualmente datos sobre reclamaciones al organismo de transparencia y buen gobierno relacionadas con el acceso a informes. Cada año se tramitan miles de solicitudes, con variaciones según la materia y la administración solicitada.
En 2023, el CTBG resolvió más de 5.000 reclamaciones entre la Administración General del Estado y las comunidades autónomas que han delegado esta función. Las resoluciones se clasifican en estimaciones, desestimaciones o inadmisiones, lo que permite medir el grado de cumplimiento de instituciones y el respeto efectivo a la legislación. Además, los portales autonómicos, como la Junta de Andalucía, ofrecen descarga dinámica de informes históricos desde 2015, lo que facilita el análisis longitudinal.
Para ejercer el derecho de acceso es esencial conocer las plataformas que centralizan la información pública. España dispone de una red interconectada, aunque con niveles de calidad y usabilidad variados:
A pesar de los avances, muchos ciudadanos encuentran obstáculos en la búsqueda y uso de información pública. La multiplicidad de fuentes dispersas obliga a dedicar tiempo a explorar cada portal y descargar manualmente los datos.
El Open Data Barometer revela que solo un 31% de los conjuntos de datos incluyen metadatos básicos que faciliten su reutilización. Además, la documentación es insuficiente en la mayoría de los casos, lo que limita la transparencia real y la participación activa de la sociedad.
Para transformar el acceso a la información en una herramienta efectiva de control democrático, es necesario adoptar estrategias y tecnologías que garanticen la publicación de datos gubernamentales de manera sostenible y confiable.
La transparencia no es un fin en sí misma, sino un medio para fortalecer la participación ciudadana activa y la responsabilidad pública. Cuando las personas tienen acceso ágil a informes y datos, pueden evaluar políticas, proponer mejoras y exigir cambios en tiempo real.
Organizaciones de la sociedad civil, medios de comunicación y desarrolladores pueden aprovechar estas herramientas para generar análisis, gráficos interactivos y propuestas basadas en datos fiables. Así, cada reclamación y cada solicitud de información contribuye a un sistema más abierto y colaborativo.
Exigir transparencia y acceso a informes es un llamado a la acción: participa, consulta, denuncia y colabora. Solo con una ciudadanía informada y proactiva construiremos un entorno donde los gobiernos rindan cuentas y la información pública sea un bien común al servicio de todos.
Referencias