En un mundo cada vez más interconectado, los inversores buscan herramientas que les permitan diversificar su portafolio más allá de las fronteras nacionales. Un fondo global con exposición al dólar emerge como una opción estratégica para aquellos que desean aprovechar las oportunidades de los mercados internacionales y, al mismo tiempo, protegerse de la volatilidad del real brasileño.
Un fondo global con exposición al dólar es un vehículo de inversión que concentra gran parte de su cartera en activos denominados en dólares americanos. Al invertir en renta variable, renta fija o instrumentos derivados en el exterior, el fondo ofrece a los partícipes la posibilidad de beneficiarse de la apreciación del dólar frente al real y, adicionalmente, de la evolución de los mercados desarrollados.
Estos fondos pueden adoptar distintos perfiles: desde modelos conservadores, que emplean estrategias de cobertura cambiaria, hasta esquemas más agresivos, que dejan fluir libremente la exposición al tipo de cambio. La clave radica en el manejo del riesgo y en la perspectiva de retorno que cada inversor maneja.
Para implementar la exposición al dólar, el gestor del fondo debe adquirir divisas antes de invertir en activos internacionales. A partir de ahí existen dos enfoques principales:
Para ilustrar el funcionamiento de un fondo con exposición al dólar, analizamos la estrategia y características del JPMorgan Dólar Global Macro Opportunities FI:
Este fondo busca generar rendimientos superiores al índice global, aprovechando movimientos macroeconómicos y combinando instrumentos sofisticados de renta fija, acciones y derivados.
Un inversor ideal para fondos con exposición al dólar reúne los siguientes atributos:
La dolarización de activos puede realizarse de múltiples maneras: adquisición de ETFs internacionales, compra directa de acciones en bolsas extranjeras, suscripción de títulos de deuda en dólares o, de forma más práctica, inversión en fondos globales que ya manejen esa divisa.
Es recomendable evaluar la combinación entre productos con cobertura cambiaria y otros sin ella, equilibrando estabilidad con potencial de apreciación. Asimismo, definir un porcentaje de la cartera que refleje el grado de exposición deseado según el perfil de riesgo.
En 2024/2025, la demanda por fondos globales con exposición al dólar ha crecido de manera sostenida, reflejando la búsqueda de refugio ante la incertidumbre económica y el flujo de capitales hacia economías desarrolladas. Con tasas de interés elevadas en Estados Unidos y valorización del dólar frente a muchas monedas emergentes, la oportunidad de capturar rendimientos adicionales ha sido significativa.
No obstante, la perspectiva de revalorización del real ante un posible ciclo de estabilidad política en Brasil plantea escenarios de ajuste. Por ello, contar con una estrategia flexible y bien diversificada puede marcar la diferencia entre un portafolio estancado y uno con capacidad de crecimiento sostenido.
Los fondos globales con exposición al dólar ofrecen una combinación atractiva de diversificación, acceso a mercados de primer nivel y protección frente a la devaluación del real. Si bien implican mayores riesgos cambiarios y costes asociados, su correcta integración en una cartera permite aprovechar oportunidades globales y fortalecer la preservación de capital.
Cada inversor debe evaluar su tolerancia al riesgo, horizonte de inversión y objetivos financieros antes de adentrarse en este tipo de productos. Con la información adecuada y una perspectiva de largo plazo, la exposición al dólar puede transformarse en un aliado clave para el crecimiento y la seguridad patrimonial.
Referencias