En el competitivo mercado financiero, las tarjetas de crédito han evolucionado para ofrecer beneficios adaptados a distintos perfiles de usuario. Una de las propuestas más atractivas es la exención de anualidad por gasto mensual, que permite evitar el cobro de la cuota anual siempre que se cumpla un requisito de consumo.
Este mecanismo consiste en dispensar la tarifa de anualidad si el tarjetahabiente alcanza un umbral mínimo de compras cada ciclo de facturación. En caso contrario, la comisión se aplica en su totalidad. Se trata de una estrategia para incentivar el uso del plástico y fidelizar clientes que concentran sus gastos en una sola tarjeta.
Existen variantes básicas y premium. Entre los ejemplos más populares en 2025 están:
Antes de solicitar una tarjeta con esta modalidad, es esencial conocer sus pros y contras:
La exención conviene a personas que ya tienen un patrón de gasto estable y pueden proyectar sus compras. Los perfiles más beneficiados son:
Existen tarjetas completamente libres de cuota anual, pero suelen carecer de beneficios extras. En contraste, las que ofrecen exención por gasto mínimo premian el uso activo con ventajas adicionales.
Muchas entidades ofrecen campañas para atraer usuarios. Por ejemplo, Bradesco exige un gasto inicial mínimo en 90 días de R$ 2.000 para Signature y R$ 3.000 para Infinite. Si el cliente no cumple, la anualidad se cobra normalmente.
Otro camino para evitar la cuota de anualidad es mediante inversiones. Bradesco permite exención con R$ 50.000 en productos financieros. Santander y otros bancos de alta gama exigen volúmenes similares para segmentos Premium, como Select o Prime.
Al alcanzar la exención, el usuario no solo ahorra costes directos, sino que maximiza puntos, millas o cashback. En tarjetas básicas sin anualidad, estos programas suelen ser limitados o inexistentes.
Sin embargo, es crucial revisar la tabla de acumulación y caducidad de puntos. Algunas promociones lanzadas por campañas pueden duplicar o triplicar la ganancia temporalmente.
Solicitar una tarjeta premium o de alta exención implica evaluación de historial crediticio y renta. Las entidades revisan:
Un perfil sólido facilita la aprobación y entrega de mayores líneas de crédito.
Antes de elegir una tarjeta con exención por gasto mínimo, sigue estos puntos:
En resumen, las tarjetas con exención de anualidad por gasto mensual ofrecen un balance interesante entre economía y ventajas exclusivas, siempre que el usuario planifique sus compras y entienda las condiciones. Con una estrategia adecuada, este producto financiero puede convertirse en una potente herramienta para optimizar el poder de compra y maximizar recompensas.
Referencias